Si colaborar proviene del latín Collaborare “trabajar juntos” y, claramente, se trata de un término acuñado hace ya algunos siglos.. entonces, ¿a qué viene tanto lío? ¿has visto cómo crecen rápidamente propuestas y tendencias de colaboración abierta en campos tan diversos como la economía, derechos de propiedad intelectual, uso del espacio público e incluso modelos de negocio?
Parece cada vez más frecuente que las organizaciones incluyan en su slogan y valores el tema de la colaboración.. pero ¿a qué nos enfrentamos cuando decidimos emprender este camino? según un estudio[1]“Colaboración es el proceso por el que las entidades comparten información, recursos y responsabilidades para juntos planear, implementar y evaluar un programa de actividades para lograr una meta común«, parece algo sencillo, pero siendo honestos sabemos que no siempre es así, ¿podemos pensar en estrategias para colaborar de forma más efectiva y productiva para todxs? ¿qué características tendría una iniciativa de colaboración entre organizaciones para que sea más o menos exitosa?
Aunque no pretendemos dar una cátedra al respecto, sí nos propusimos compartir ideas que van surgiendo del trabajo que se va construyendo junto a C37, un estudio de diseño industrial 100% mexicano y ultracolaborativo:
- ADN: al igual que las personas, las organizaciones tienen características esenciales «genéticas» propias de su origen, de las circunstancias en que nacieron, quiénes la crearon y quienes la conforman, recordemos esa idea de que nuestro negocio es una extensión de nosotros y se comportará de acuerdo a los valores y filosofía del equipo, por ende una organización colaborativa seguramente tenga socios que colaborar entre sí, ¿te has detenido a pensar en los hábitos de tu equipo? ¿Compartimos avances, aprendizajes, desafíos? ¿Facilitamos que intercambien ideas y se apoyen unos a otros?
- Propósito: La colaboración, aunque idealmente esté llena de buenas intenciones, no se trata sólo de declaraciones, sino de acciones para lograr metas comunes, resultados que beneficien a ambas organizaciones, esto puede ser a través de ganancias, fortalecimiento de capacidades técnicas, realización de compras conjuntas, eventos, intercambio de recursos, entre muchísimas opciones, lo importante es explicitarlo, definir el alcance real y encontrar la mejor manera de aprovechar las ventajas y recursos de cada organización para complementarse y potenciar fortalezas, sobre esto hicimos un pequeño ejercicio del que te hablaremos en otro post.
- “No llega antes el que va más rápido, sino el que sabe a dónde va”-Séneca: Todos necesitamos saber hacia dónde vamos y que, además de la meta común en la colaboración, es importante tener una ruta más amplia, que nos ayude a mantener en la mira el propósito de nuestro negocio o iniciativa y saber potenciar el trabajo conjunto o concluir una colaboración si se vacía de contenido. Para ilustrar este punto retomo la frase de cabecera de C37mx “Crecer en paralelo”, el espíritu de este estudio de diseño es lograr que cada intercambio profesional se convierta en crecimiento para ambas o múltiples organizaciones, a través del diseño industrial y la interacción con otras disciplinas, crean diseños funcionales y metodologías para colaborar; en otras palabras enfocan sus acciones.
- Aprender: Hace unos años se hablaba de gestionar el conocimiento, de cómo almacenar y documentar el know how de nuestra organización, hoy en día creemos que no basta con hacer buenos documentales sino en lograr construir capacidades de aprendizaje.. ¿cómo documentar, reflexionar y, sobretodo, aplicar lo experimentado? Todos tenemos diferentes rutinas, pero ¿qué tal que pudiéramos construir una metodología que nos ayude a que el ciclo sea más breve y con mayor impacto para alcanzar los propósitos de nuestra agenda colaborativa? Bueno.. ése es precisamente uno de los objetivos que nos planteamos con C37, así que seguiremos #craftingtheawesome !!
- Exponencial: una buena colaboración no crece, explota… si tu organización colabora efectivamente con otra, lo más probable es que no sólo se repita el trabajo conjunto en nuevos proyectos, sino que se profundice e incluso amplíen a otros equipos y redes; además, las iniciativas podrían ser cada vez más efectivas; esto, claro, dependerá de si logramos ir aprendiendo de cada experiencia y de tener en mente los objetivos de nuestras organizaciones, sus recursos y necesidades, para detectar nuevas áreas de colaboración y propósitos complementarios.
Aquí terminamos (por ahora) con las ideas para colaborar efectivamente, seguramente iremos descubriendo más puntos o cambiemos de opinión en algunos, ¿de eso se trata, no? ¿Hacer, reflexionar, analizar y aplicar lo aprendido? en tu iniciativa o equipo, ¿qué hacen para colaborar? ¿qué les ha funcionado? ¿qué no?
[1] En “Collaborative networks” Camarinha-matos & Afsarmanesh 2006